jueves, 5 de junio de 2014

Género Narrativo. Tipos de narrador.

Narrador en tercera persona:
 
Omnisciente: Conoce todo lo que sucede en la historia, sabe lo que
los personajes sienten y piensan.


Ejemplo:

“Ana ya estaba enferma cuando la sobrecogió la catástrofe. Su enfermedad era melancólica: sentía tristezas que no se explicaba. La pérdida de su padre la asustó más que la afligió al principio. No lloraba; pasaba el día temblando de frío en una somnolencia poblada de pensamientos disparatados”. 

 La Regenta, Leopoldo Alas Clarín.
 
 



Narrador objetivo u observador:  Sólo cuenta lo que puede observar, el aspecto y las acciones de los personajes. 


  
Ejemplo:

“El hombre aquel que hablaba se quedó callado un rato, mirando hacia afuera. Hasta ellos llegaba el sonido del río pasando sus crecidas aguas por las ramas de los camichines, el rumor del aire moviendo suavemente las hojas de los almendros, y los gritos de los niños jugando en el pequeño espacio iluminado por la luz que salía de la tienda.
Los comejenes entraban y rebotaban contra la lámpara de petróleo, cayendo al suelo con las alas chamuscadas.
Y afuera seguía avanzando la noche.
!Oye, Camilo, mándanos otras dos cervezas más! -volvió a decir el hombre. Después añadió: Otra cosa, señor. Nunca verá usted un cielo azul en Luvina. Allí todo el horizonte está desteñido…”

Fragmento del cuento Luvina de Juan Rulfo, mexicano
.



Narrador en primera persona:
 
Narrador protagonista: Es el personaje principal en el relato. Narra los acontecimientos que ha vivido.

Ejemplo: 

 “Llegó el día de apartarme de la mejor vida que hallo haber pasado. Dios sabe lo que sentí al dejar tantos amigos y apasionados, que eran sin número. Vendí lo poco que tenía, de secreto para el camino, y con ayuda de unos embustes, hice hasta seiscientos reales”. Historia de la vida del Buscón, Francisco de Quevedo. 
 



Narrador testigo o personaje secundario: Ha presenciado directamente los hechos o ha participado de ellos como personaje secundario.




Ejemplo: 
“El caso del Ojo es paradigmático y ejemplar y tal vez no sea ocioso volver a recordarlo, sobre todo cuando ya han pasado tantos años.
En enero de 1974, cuatro meses después del golpe de Estado, el Ojo Silva se marchó de Chile. Primero estuvo en Buenos Aires, luego los malos vientos que soplaban en la vecina república lo llevaron a México en donde vivió un par de años y en donde lo conocí.”

Fragmento del cuento El Ojo Silva de Roberto Bolaño, chileno.



Narrador en segunda persona: Crea la sensación de estar hablándose a sí mismo.

  
Ejemplo:

“Usted sabe por qué vine a su casa, a su quieto salón solicitado de mediodía. Todo parece tan natural, como siempre que no se sabe la verdad. Usted se ha ido a París, yo me quedé con el departamento de la calle Suipacha, elaboramos un simple y satisfactorio plan de mutua convivencia hasta que septiembre la traiga de nuevo a Buenos Aires y me lance a mí a alguna otra casa donde quizá... Pero no le escribo por eso, esta carta se la envío a causa de los conejitos, me parece justo enterarla; y porque me gusta escribir cartas, y tal vez porque llueve.”

Fragmento del cuento Carta a una señorita en París de Julio Cortázar, argentino.

 


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